Tengo mil cosas en la cabeza y empiezo a creer que me volveré loca. El fin de semana fue tan extraño que si alguien me hubiera dicho que eso iba a pasar jamás lo creo. Hubo de todo un poco.
La cosa es que a veces siento que la vida me está poniendo pruebas, y este fin de semana sin duda fue una de ellas. Y me preocupa no saber si estoy haciendo las cosas bien o mal. La verdad hice las cosas cómo las sentía, pero no sé si mis sentimientos sean los más objetivos y los más juiciosos en estos momentos. Tengo muchas dudas, remordimientos, preocupaciones y ansiedades por un lado y por el otro tengo muchos sueños, esperanzas, alegrías y buenos deseos.
Sé que es cuestión de que encuentre el equilibrio, pero como lo voy a encontrar y/o lograr si hay gente externa que llega a mover la balanza justo cuando crees que estas llegando al punto medio. Gente externa que quiero y no quiero que estén conmigo, o al menos que si van a estar o no, no afecten mis decisiones.
Y la verdad es que siempre he creído en el destino. En ese destino escrito en el que a final de cuentas cada uno de nosotros tiene la última palabra. Pero estoy en uno de esos momentos donde ya no sé si yo soy la que tiene la última pálabra y sólo quiero respuestas y no sé donde encontrarlas o buscarlas.
Hoy tan sólo quisiera entender estos instantes que estoy viviendo y el por qué de su existencia. Ah! y también quisiera nunca haber escuchado esa canción, que ahora no puedo sacarme de la cabeza... en fin!
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