Abril se está acabando...
Se me fue en un abrir y cerrar de ojos entre calores infernales y lluvias intensas, entre angustias y alegrías. Y a pesar de que "supuestamente" tendría que ser más madura y centrada (puesto que cumplí 28 años a mediados de mes) me siento más desorientada que nunca. No logro concretar nada, no logro concentrarme en nada, no logro entender mis sentimientos y no logro descifrar quien soy. Trato de pensar que hice durante todo este mes y apenas recuerdo lo que hice ayer. Como diría Calamaro: "entre no me olvides me deje nuestros abriles olvidados, en el fondo del placard..."
Siento que abril me convirtió en una desconocida. Ando despistada, olvidadiza, desconcentrada y por más que trato de tomar las cosas con calma al final del día gana la ansiedad. Yo creo que Mariana tiene razón, y mi energía esta mal enfocada. No sé si es porque no hay motivantes o porque muchos de mis proyectos están estancados. Tantos planes por realizar para acabar haciendo nada. O puede ser que tantos proyectos me cansan aún antes de empezarlos. No lo sé.
Pero el día está acabando con grandes sorpresas y buenas noticias que me hacen feliz y que seguro son un augurio de todo lo bueno que está por llegar en mayo: esa visita relámpago desde tierras madrileñas, la llamada del bizcocho inglés, la visita del pequeño Tristan (nuevo miembro de la familia), confirmar tener buena salud y la visita frecuente de un pequeño colibrí en la ventana de mi oficina. Así que ya dejaré los dramas para tratar de poner todo en orden otra vez y equilibrar mi energía lo mejor posible.
En fin, nos vemos en mayo :)
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