Hace muchos años, en mi camino a Cambridge, tuve la "oportunidad" de estar poco menos de 24 hrs en Islandia. Al principio, me molestó un poco tener que estar en un país tan frío y tan desolado. Pero una vez allí no pude dejar de sorprenderme y de admirarlos. No sé si pueda explicar lo que sentí al ver lo duro que es para los islandeses vivir dado las extremas condiciones naturales y meteorológicas que se presentan en esa parte del mundo, pero la fortaleza con la que las sobrellevan y la calidez de la gente me dejó impactada. Aún así nunca pensé en regresar.
Fuera de Bjork, hasta hace unos años, no conocía a otro islandés sobresaliente hasta que escuche a Sigur Rós. No es el tipo de música que suelo escuchar, pero sin duda me atrapó su sonido. Y ahora que vi el documental que hicieron, "Heima", no puedo sino pensar en regresar allá para pasar unos días en el verano islandés, viendo esos pastos tan verdes, esos cielos tan azules y esos paisajes tan mágicos, donde lo único que uno podría hacer es sentarse a disfrutar de la vida. Sin duda lo que Sigur Rós me transmite cada que escucho alguna de sus canciones.
2 comments:
Es la primera vez que comento en tu blog pero con heima es imposible no hacerlo, simplemente es música para mis ojos…Esas montañas irregulares, climas tan extremos que te capturan por un verde sólido, muchos espejos de agua, nieve que te detiene por su densidad y suavidad en fin un lugar que no lo pudo explicar mejor que las canciones tan melancólicas de sigur rös. Algún día algún día estaré ahí
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