Así fue ayer mientras dormíamos. Que después de un miércoles de berrinches fue un jueves de sonrisas.
Entonces ahí estamos sentados en la mesa con P. Él contándonos de sus experiencias, recomendándonos libros, invitándonos a su casa, diciéndonos cosas buenas de mí. Por momentos me sentí incómoda de tantos piropos pero en cambio tú me tomabas la mano, me acariciabas el cabello y me sonreías (ufffas que esas sonrisas me encantan, con ese brillo que sólo yo sé que significa). Y sí, nosotros no hablamos pero no hacía falta porque nosotros hablaríamos después.
De cuando nos vimos por primera vez, de lo que pensamos, de lo que hicimos y de lo que no hicimos, y de lo que nos recuerda esta canción...
Y es cuando piensas que las cosas tienen sentido, que no ha sido fácil pero hoy vale la pena. Los abrazos, los besos, las sonrisas, las caricias, las risas, las miradas, los suspiros e incluso los berrinches. Y sí, yo también creo que despertar a tu lado hace que sea la mañana más bonita de todas.
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