Adios 2007 Capítulo Uno

Hace rato caí en la cuenta de que nada más quedan 13 días para que termine el año.
Un año que fue muuuy bueno, aunque no espectacular.
Un año donde todo el desequilibrio del 2006 encontró su equilibrio.
Un año de autoconocimiento y meditación.
Un año de metas y logros.
Un año de aprendizaje.

Pero sobre todo:
Un año de amistad.

Podría seguir hablando de las cosas buenas del 2007, porque de las malas ni me acuerdo. Pero, en realidad quiero hablar de esas personas que estuvieron siempre conmigo, en las buenas y en las malas, y que me marcaron este año con su presencia.

Hoy hablaré de Efrén.

No sé ni porque somos amigos. Somos tan distintos que a veces no nos entendemos, pero somos tan parecidos que nos toleramos. Aún recuerdo cuando recién llegada de Inglaterra no conocía a nadie en la prepa y fue de las primeras personas con las que hablé. Ninguno de los dos imaginó que esta amistad perduraría tanto, sin embargo lo hizo. A lo largo del tiempo creamos una amistad muy linda y sólida, porque hoy, a casi 10 años de conocernos, nos llevamos mejor que nunca.

Ayer cené con él. Y, como en los últimos meses donde lo he visto al menos una vez a la semana para platicar, la plática fue interesantisima. No sólo creo que los dos estamos en la misma frecuencia sino que buscamos lo mismo de la vida: disfrutarla al máximo.

Nunca se lo he dicho, pero me ha enseñado lecciones de vida como nadie lo ha hecho. Tiene una fortaleza, una humildad, una sinceridad que ya muchos quisieran. De verdad es una persona de admirar.

Y hoy, decidí dedicarle un par de líneas porque deseo de todo corazón que en el 2008 encuentre toda la felicidad que se merece. Que si no es Diana o Rosario, encuentre la niña que lo haga feliz y lo complemente. Que en su trabajo lo valoren como el GRAN ingeniero civil que es. Que su vida este llena de alegrías y triunfos. Y lo deseo y lo pido porque realmente es una persona que diariamente lucha y se esfuerza por ser feliz, y definitivo, lo merece.

Además, aunque él ya lo sabe, no puedo dejar de agradecerle el haber estado conmigo todo este año. Esas carnes asadas, ese viaje a Acapulco, tantos cafés compartidos, tantas borracheras que vivimos juntos. Quiero que sigamos siempre juntos al pie del cañon. Quiero que sigamos compartiendo nuestra vida como hasta ahora. Amigo, te adoro.

PS No suelo poner nombres sino iniciales. No acabo de querer poner toda mi intimidad en este blog. Pero creo que la gente que me ha marcado durante este año merece más que iniciales