Venía manejando rumbo al trabajo y vi que el cielo era de un azul intenso, sentí como el sol calentaba y como había un airecito frio que refrescaba. Cómo me gustan esos días. Me gusta disfrutarlos leyendo, tomando una taza de té, viendo las nubes moverse y hacer distintas formas, observando las pocas hojas de los árboles (estamos en otoño) bailar y como van cayendo poco a poco. Me gusta divagar en días como estos y gozarlos en plenitud.
Pero hoy no puedo disfrutarlo. No puedo porque tengo que trabajar. Encerrada de una oficina sin poder apreciar todas esas cosas sencillas y maravillosas. Y si, me gusta mi trabajo, me gusta lo que hago. Pero hay días, y hoy es uno de ellos, en los que pienso que debería de estar alla fuera viviendo la vida. Disfrutando las delicias de la vida. Conviviendo con la naturaleza.
A veces no entiendo cómo es que al hombre se le ha olvidado disfrutar de la vida. A veces siento que a mi se me está olvidando poco a poco. Y es por eso, que en días como hoy me pregunto si realmente debería de estar aqui sentada o sería mejor estar luchando por salvar ballenas, luchando contra el calentamiento global, luchando por el planeta...
En fin, espero pronto saber cómo le hace uno para disfrutar al máximo todo lo que le rodea... de verdad!!!
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