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Aunque para nosotros aún es 14 de abril,
oficialmente mi cumpleaños comenzó el día de hoy en la Isla de Kiribati. Así
pues ya son aproximadamente 946,080,000 segundos los que he vivido. Ufffas que
se me han ido como un suspiro. Pero un suspiro perfecto, de esos que te dejan
una sensación de paz y felicidad, porque en todos y cada uno de esos segundos
vividos he sido muy afortunada...

Contrario a lo que pensaba, cumplir TREINTA AÑOS
es toda una experiencia. Siento que cada vez me conozco mejor y eso me hace
infinitamente feliz. Que me siento renovada, inspirada, emocionada. Que han
tenido que pasar todos estos años para que poco a poco encuentre lo que me hace
feliz. Así que como no voy a querer festejar y disfrutar al
máximo.

¿Qué que espero mañana? Fácil. Que el día este
lleno de amor, sonrisas, suspiros, risas y una lágrima de felicidad. Un
arcoiris, una flor, una jacaranda, una libélula, una gota de lluvia, muchas
nubes y sol que después sean remplazados por la luna y las estrellas. Un poco de
música, baile y un mojito... y por qué no también muchos regalos
jijiji.

Pero al final parte de que estos 30 años de vida
hayan sido rebuenos es que ustedes estén conmigo. Algunos han estado un poco
más, otros un poco menos. El tiempo no importa sino lo que he podido compartir y
aprender con cada uno de ustedes. Así que gracias por estar y formar parte de
esta historia que aún no termina.

Fue un cumpleaños diferente con cierto sabor agridulce. De pronto todo dio un giro raro e insólito que no me dejo disfrutar como debía pero que aquí andamos de nuevo. Que uno de mis propósitos de 30 es no dejar de escribir ni tomar fotos así que a darle que es mole de olla.

Muchas libélulas... tantas que ayer sentía que mi cuarto se me venía encima.
La bici de mis sueños pero que siento premio de consolación.
Mi comida favorita junto con un pastel de zanahoria.
Muchas llamadas, muchos correos, muchos mensajes. Y una postal desde Perú.
Mi familia y amigos.
¿Entonces que podía faltar? Que realmente quisieras estar.

A fuerza ni los zapatos. Debo de reconocer que tengo miles de dudas y un poquito de miedo sin embargo al final me siento mejor. Pero de pronto tampoco se porque es tan difícil.

En fin... El domingo de pronto entendí lo que quiero. Quiero estar rodeada de flores. No se si quiero una floreria, si quiero sembrar flores, si quiero tomar fotos con motivos florales pero quiero FLORES. Que de pronto como si me hubieran dado cuerda me puse a reacomodar mi mural de los sueños, poniendo cosas nuevas, quitando otras tantas, para que refleje lo que quiero en este momento.

Pero la vida sigue... y yo seguiré la mía plantando mis nuevos proyectos, rodeada de flores y de todo aquello que me hace feliz.